Enfoque:

Hay que replantear el sentido del término *cultura*, pues los fenómenos de globalización, los cambios en los mercados culturales y las transformaciones políticas y sociales nos obligan a considerar las expresiones de los diversos grupos humanos dentro del marco de los procesos democratizadores y multiculturales.

Por tal motivo, cada nación expresa a través de su diversidad cultural, si bien una forma específica de ser, también, cada vez más, una compleja convivencia intercultural, lo que permite identificar a los ciudadanos como individuos que pertenecen a una diversidad social y comparten una historia común, pero también como agentes de una creciente interacción con otras identidades, lo que debe determinar la función del Estado.

El riquísimo acervo histórico y cultural de México y de Yucatán, que incluye tanto a los creadores como a los bienes concretos, históricos y contemporáneos, así como el gran potencial de inteligencia y talento humanos, requiere de una política cultural moderna que reconozca tales componentes en una dinámica global y refuerce los valores regionales desde una perspectiva múltiple e incluyente en la diversidad.

Con la certeza de que los procesos culturales son cruciales para el desarrollo de los yucatecos, como parte de la creación de oportunidades de superación y crecimiento individual y colectivo, el programa de cultura debe estar diseñado para contribuir a la generación de las condiciones favorables para un creciente desarrollo humano en Yucatán.