Administrativa:
Desde su creación, el ICY orientó las acciones administrativas con criterios de primacía comercial sobre su objetivo central: la atención a los procesos de desarrollo de la cultura.
Esta Dirección ha tenido como único interés la administración contable, con lo cual desatendió las necesidades de los trabajadores de la cultura, de los creadores culturales y de los principales beneficiarios de su constitución y financiadores de sus programas: los ciudadanos.
Es imperativo desarrollar en el ICY criterios de objetividad, sensatez y prudencia administrativa. Conviene a los intereses ciudadanos que los recursos financieros, humanos y materiales dedicados a la cultura sean administrados con transparencia, dirigiéndolos hacia la consecución de objetivos que creen una atmósfera cultural en la que la condición individual y social de los yucatecos resalte mediante el fortalecimiento de su identidad.
El pleno respeto a los derechos laborales de los trabajadores del ICY, el reconocimiento de los derechos autorales de los creadores, así como la aceptación de los derechos a la producción y disfrute de bienes y servicios culturales de los ciudadanos yucatecos, son tareas esenciales de gobierno para aplicar en un programa administrativo respetuoso de la ley.
La administración del ICY tendrá que sujetarse a criterios y técnicas modernos acordes con la globalización de los procesos culturales, y esto sólo podrá realizarse con la participación de los involucrados en el trabajo cultural, promoviendo y protegiendo los derechos que la ley reconoce a creadores, promotores y beneficiarios de la cultura.
La administración del ICY atenderá la congruencia entre propósitos, métodos y recursos para evitar el dispendio, la explotación de trabajadores, promotores y creadores y el falso elitismo cultural. Procurará ofrecer los productos y servicios culturales de calidad que merecen los yucatecos.